El grupo IRIS

De su grupo de teatro, IRIS, destaca el recuerdo de tres montajes: Milagro en casa de los López, comedia de Miguel Mihura, humor elegante para explicar lo inexplicable y despojar de misterio lo misterioso; La estanquera de Vallecas, obra popular y humorística de José Luis Alonso de Santos, de atmósfera rebelde y ambiente social problemático, llevada al cine por Eloy de la Iglesia y utilizada por ella para encauzar una adolescencia agitada; y Bodas de sangre, tragedia de Lorca con la que Alicia cerró, hace siete años, el telón de su teatro.

Con su grupo ha representado obras en Casatejada, Casas de Belvís, Aldeacentenera, Getafe, obteniendo algunos premios en diferentes certámenes. También la biblioteca contó con el encaje altruista de esta mujer que llegó un día a Casatejada ofreciendo, simplemente, Cultura.

Ya no oye respirar a los actores, ya no palpa sus nervios. Ahora disfruta de la literatura, sobre todo novela. «Un lugar llamado libertad», de Ken Follet, es una de sus preferidas. Pero hay algo más, otro pilar en su vida: la familia. «Mi nieto se queda esta noche a dormir en mi casa». Entonces se ilumina su imagen como si el cañón del anfiteatro apuntara sólo hacia ella en el escenario que supone su vida cotidiana. «Abuela, ni yaya ni gaitas. ¡Abuela!, palabra hermosísima. Me gusta que me llamen abuela, y mis hijas, mami», añade con decisión bañada de ternura. Sí, es verdad, se le ilumina el rostro representando el papel que ahora disfruta en la vida.

Tal vez, la vida no sea sino un enorme escenario donde cada uno interpreta su papel hasta que llega el último acto. Y en ella, Alicia, marca las acotaciones y mantiene el eco de su experiencia transmitiendo su pasión, su complacencia, su teatro. TELÓN.